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Recuperando el Rumbo Tras la Pérdida de Seres Queridos




Cuando María llegó a la consulta, sus ojos reflejaban un cansancio profundo y un dolor que parecía no tener fin. Había perdido a su esposo después de una larga batalla contra el cáncer, y apenas tres meses después, su madre también falleció. Habían sido años de dedicación absoluta, de noches sin dormir, de poner toda su energía y su amor en cuidar de los dos, hasta olvidarse completamente de ella misma.

Al empezar a hablar, María apenas podía contener las lágrimas. Se sentía sola y perdida, como si ya no supiera quién era. A lo largo de esos años difíciles, había dejado de lado sus propios sueños, sus pasiones, e incluso había dejado de reconocerse en el espejo. Se sentía atrapada en una mezcla de tristeza, culpa, y agotamiento. “No sé cómo seguir adelante,” me dijo. Y sentí que ese era el momento de empezar a reconstruir, un paso a la vez.


Un Proceso de Sanación con PsicoAromaterapia Espiritual

Le expliqué a María que la PsicoAromaterapia Espiritual nos ayudaría a trabajar en su sanación desde lo profundo. A veces, en momentos de tanto dolor, sentimos que las emociones son tan abrumadoras que no hay espacio para sanarlas. Pero a través de esta terapia y el acompañamiento de los aromas, podríamos empezar a liberar el peso emocional y, lentamente, reconectar con ella misma.

Propuse comenzar con ejercicios de mindfulness, un espacio en el que pudiera detenerse y observar lo que sentía sin juicio. En nuestra primera práctica, la guié a través de una respiración consciente, invitándola a observar su tristeza, su cansancio, y, sobre todo, a aceptar la realidad de que su propio bienestar también es importante. María cerró los ojos, y poco a poco, mientras respiraba, vi cómo las tensiones en su rostro comenzaban a suavizarse. Era el primer paso en su camino hacia la paz.


El Perdón Hacia Uno Mismo

Una de las partes más profundas de su proceso fue trabajar en el perdón hacia ella misma. Con cada conversación, María me expresaba cómo sentía que nunca fue suficiente, que pudo haber hecho más. Es una carga tan común en quienes han cuidado de otros durante tanto tiempo. La guié a través de una reflexión en la que exploramos esas emociones y le permití expresar la culpa y el agotamiento que había estado guardando. Día a día, le recordé la importancia de permitirse sentir compasión por ella misma, de entender que su cuerpo y su mente también necesitaban ser escuchados.


La Magia de los Aromas para el Alma

Para acompañarla, seleccioné una combinación de aceites esenciales que se convertirían en su soporte durante el proceso:


  • Lavanda: Con sus propiedades calmantes, ayudaría a María a encontrar momentos de tranquilidad y a aliviar la ansiedad que la acompañaba.

  • Rosa: Conocido como el aceite del amor propio, ayudaría a María a reconectar con la compasión hacia ella misma y a recordar que su propio corazón también necesitaba cuidados.

  • Sándalo: Este aroma profundo y espiritual favorece la introspección, algo que le ayudaría a reconectar con su esencia y a encontrar ese espacio en el que se pudiera escuchar a sí misma.

  • Incienso: Para que en los momentos de meditación y reflexión, sintiera el apoyo de lo divino, ese abrazo espiritual que tanto necesitaba.


Le preparé un perfume personalizado con estos aromas, para que lo aplicara en sus muñecas cada mañana y noche. Le sugerí que, al hacerlo, repitiera alguna frase que le recordara su propio valor, algo tan simple como "Estoy aquí para mí". Además, en los días de mayor tristeza, le recomendé que tomara baños de agua tibia con aceites de lavanda y rosa, y que permitiera que los aromas envolvieran su cuerpo y aliviaran el peso emocional.


Un Camino de Reconexión

Cada semana, María regresaba y notaba pequeños cambios en su energía. No era un proceso inmediato, pero con el tiempo, su mirada comenzó a recuperar ese brillo de vida. A través de las sesiones, fue redescubriendo su identidad, recordando sus propios sueños y fortaleciendo su paz interior.


Acompañar a María en su proceso de sanación fue un recordatorio de la importancia de Despertar Interior, de crear un espacio seguro donde podamos explorar el dolor, liberar nuestras emociones y encontrar apoyo en quienes comparten nuestro camino. Para María, este espacio y los aromas fueron un ancla que le devolvió la esperanza.


Si sientes que llevas una carga similar o que necesitas reconectar contigo misma, te invitamos a unirte a nuestra comunidad, donde podrás encontrar acompañamiento, orientación y, sobre todo, un lugar para recordar que tu bienestar también es importante.

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